Construir, Re- construir... para deconstruir

Construir, edificar, armar, desarmar... dependiendo del contexto es el significado que le damos a las palabras y dependiendo de nuestros sentimientos es cómo recibimos ésas palabras.

Desde que leí "El Túnel" de E. Sábato, mi vida cambió por completo. Decidí recorrer mis propios túneles, con muchos miedos por derribar, con muchas sorpresas por descubrir, y una mujer completa que esperaba pacientemente por salir de allí.

Así fue como empecé a escribir sobre cualquier cosa que ocupara mi mente... y mirá que por esta cabecita pasan "milochomil" pensamientos por segundo. Escribía todo, lo que sentía, lo que pensaba, historias con los personajes y los lugares más ficticios que te puedas imaginar, y sobretodo escribía lo que las palabras hacían en mí. Durante mi adolescencia ellas jugaron un papel fundamental, mi aspecto físico no era el que socialmente estaba aceptado, lo que repercutió fuertemente en mi autoestima. 

Aquellas (si, porque las personas más crueles fueron mujeres) que con sus palabras herían mi interior, unos años después terminaron siendo mis amigas. Claro, en algo debía destacarme, mi intelecto tenía que sobresalir, mi sentido del humor tenía que destacarse, mis actos de servicio debían ser reconocidos, ésas fueron algunas de mis herramientas para "ser aceptada". Pero nunca pensé en que quizás ellas no serían la mejor compañía... eso fue algo que aprendí cuando empecé adentrarme en la "deconstrucción" interior...

Mi generación fue criada con los cánones sociales machistas que oprimían a las mujeres en todos los ámbitos, seguro no faltará quien me llame exagerada, pero viniendo de una familia solamente de mujeres créanme que experimentamos desde la infancia el machismo por parte de hombres como de mujeres.

La Ninín tuvo que salir adelante con mucho esfuerzo, los hombres que eligió fueron los peores errores de su vida... a pesar de que de esas relaciones sacó fuerza y tenacidad para darle un mejor futuro a su hija, para enseñarle que no hacía falta un hombre, como siempre les dijeron, para conseguir todo lo que se proponía. La Silvita lo entendió a la perfección, creció con amor y con convicciones de hierro. 

Se recibió de médica, se especializó dos veces, vivió, salió, bailó, rio, lloró, se cayó y se levantó mil veces, se enamoró, le rompieron el corazón, volvió a sonreír, tuvo todos los trabajos que quiso, viajó, se embarazó y se aseguró que sus hijas entendieran que podían hacer y ser quienes quisieran.

Siempre cuidó de que nos amemos y nos aceptemos tal y como somos, nos dio la libertad de amar a quienes nuestros corazones eligieran, y siempre estuvo acompañando las alegrías, los llantos, las caídas, los éxitos, las tristezas y las ausencias. 

Un poco de esto y un poco de aquello es lo que ésta mujer intenta ser hoy... cuestionarse y deconstruirse constantemente es una tarea difícil, dolorosa, pero muy necesaria. Resurgir de las cenizas, como el Ave Fénix, es un reto de todos los días. 

Ser mujer en el siglo XIX y ser mujer en el siglo XXI no es fácil, seguimos siendo menospreciadas, burladas, violentadas, asesinadas... la diferencia es que con el paso del tiempo nuestra voz va creciendo y nos hacemos escuchar, nos unimos, nos abrazamos y empezamos a entender que tenemos que estar todas juntas. Nos dimos cuenta de que debemos elegir a las personas de nuestro entorno, nos dimos cuenta que a veces un simple chiste no nos parece gracioso y es necesario hacerlo saber, nos dimos cuenta que nadie tiene que opinar absolutamente nada sobre nuestro cuerpo, que no queremos piropos sexuales de nadie, que tenemos el DERECHO de caminar tranquilas por donde sea, a la hora que sea sin pensar que en menos de 5 minutos podemos ser víctimas de cualquier situación violenta. 

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Con ésta acotada carta de presentación, les invito a que me acompañen en éste viaje. Después de mucho tiempo, decidí contar mis historias, contarles un poquito de ésta Dai ocurrente y graciosa, que siempre tiene mucho para decir...después de mucho tiempo decidí "Construir el pensamiento".

Espero llegar a sus corazoncitos y animarlos a que sueñen en grande, que le den rienda suelta a su imaginación y que mis historias les despierten miles de emociones. 

Con amor, Dai 💜