Capítulo II: Páginas en Blanco

“¡mi cara de decepción cuando vi lo que tenía! Jajaja… pobre tío, total que decidí volver a casa, demasiado bochorno para una noche” parte de la historia que contaba Gusti, su nuevo amigo. La noche fue lo mejor que tuvo ése día. Las risas, las historias, las costumbres que empezaba a conocer lograron que su mala onda se esfumara.

Gusti la acompañó a su hospedaje, era tarde y se quería quedar tranquilo con la llegada de Marlon a su lugar. En el camino él no paraba de hablar, de gesticular y de contarle chistes, que a veces le costaba entender. Un madrileño de 20 años, alto, de ojos celestes, rubio, simpático. Le gusta que le digan Gus, “solterx pero nunca solitx”, dijo entre risas. Su última relación le había hecho mucho daño, había amado mucho y confesó que fue el primer hombre del que se enamoró, pero al parecer tenían conceptos distintos sobre amor… así que nada terminó como esperaba. Trabajaba en una editorial de renombre internacional. Tenía el trabajo soñado… “me dedico a leer manuscritos, ¡que me pagan por leer!”, Marlon sonrió y pudo imaginarse una vida trabajando de eso.

La conversación fue larga, hablaron de sus familias, de lxs amigxs de Gus que estuvieron con ellxs. Las relaciones de cada unx, Gus quedó soreprendidx con la historia de Marlon, le hizo las mil y un preguntas sobre su decisión de terminar con quien iba a casarse. A él le encantaban las historias de amor trágicas.

Casi llegando, Gus le hizo una propuesta, “un amigx trabaja en una firma de abogadxs muy importante, voy a consultarle si puede ayudarte con trabajo, ¿te parece?”. Marlon lo abrazó y sus ojos se llenaron de emoción, Gus le correspondió pues era muy demostrativx y le encantaban los abrazos.

Ésa noche Marlon se fue a dormir con una esperanza renovada. No paraba de agradecer a Dios por haber puesto en su camino a ése madrileño que con buen humor había logrado disipar la tristeza y la soledad. Sentía que iban a ser buenos amigxs, sintió una conexión muy fuerte con él y sobretodo su corazoncito agradeció profundamente ése abrazo del final.

Las sorpresas todavía no terminan… Gus llegó para quedarse y romper con todas sus estructuras. Llegó para comenzar a escribir juntos, nuevas páginas en blanco.

Dai💎

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