Capítulo III: Tintas de Colores
El olor al café de las 6:00 de la mañana, el perro que pide salir y los ronquidos de Gus. Ésta mañana particularmente, no había arrancado con la mejor de las vibras. Cualquier sonido le parecía extremadamente molesto, al parecer era el día más frío del invierno y ni siquiera eso pudo cambiar su humor.
Sin embargo, se levantó, tomo una taza y aprovechó
para salir a correr con el perro. Algo no andaba bien, sentía angustia,
nostalgia… pero no sabía hacia quién o qué. Volvió para cambiarse e ir al
trabajo, mientras pensaba que era un buen día para renunciar… Gus trató de
persuadirla y decirle que era una pésima idea, pero Marlon no prestó atención.
Para las 16:00 Marlon era una mujer desempleada más.
Sabía que no era un buen momento para hacerlo, le faltaba un año más para poder
obtener su residencia definitiva, mucha plata no le quedaba pero decidió que su
salud mental debía estar primero que nada. No tenía ganas de volver a casa y
menos de los sermones de Gus, así que le llamo a Ema, una buena compañía y una
copa de vino era suficiente.
Ema, reía y le prometió ayudarla para encontrarle un
trabajo en una editorial. Ya eran las 19:00 y Ema le propuso ir a casa, Marlon
estaba bastante ebria llevaba 3 horas bebiendo sin comer nada. Ema tenía un
departamento enorme, lleno de plantas y dos gatos. Espacios amplios, todo
sumamente ordenado, olía muy rico y era bastante acogedor. Hicieron unos
omelettes de queso y siguieron con un Rosé. A ésta altura, Marlon pasó de reírse
sobre lo que había hecho a llorar como una niña, estaba arrepentida y sentía
que todo iba a desmoronarse. Ema, la abrazó y la llevó a dormir, no había nada
que pudiese hacerla sentir mejor.
Despertó con un dolor de cabeza fuertísimo, no se
acordaba que estaba en lo de Ema, así que se pegó un buen susto hasta que la
vio en el comedor. “Has dormido toda la mañana, ¿quieres un café?” preguntó
Ema, había preparado un rico desayuno y ya estaba por preparar el almuerzo, su
jornada laboral empezaba a las 14:00 y Marlon había dormido hasta las 13:00.
-“Perdón por todo el lío de anoche… me acuerdo de la
mitad de las cosas que dije…”
-“No pasa nada. Siempre disfruto el tiempo juntas…
aunque me gustaría que la próxima vez no te duermas…” dijo sonriendo mientras
batía el café.
¿Que no me duerma…para qué? Pensó Marlon, tenía
leves recuerdos de haberse acercado mucho a Ema, incluso tenía la sensación de
que se había besado, pero no estaba segura todos los recuerdos estaban
borrosos. Hasta que no estuviera segura, prefirió quedarse callada y tomar su café.
“Puedes darme las llaves más tarde… si quieres nos vemos por un café luego del
trabajo” sugirió Ema. Marlon asintió y Ema se fue a su trabajo.
Ésa tarde Gus, estaba enojado y no quería escuchar
excusas de Marlon. Almorzaron juntos y cuando se dieron cuenta ya habían pasado
un par de horas, “¡las llaves!” dijo Marlon, “tranquila, llámale y que venga
por ellas. A menos que queráis veros a solas de nuevo…” respondió Gus. Marlon lo
miró intrigada y rápidamente Gus dijo: “vamos, que ya me ha contado que os ha
besado…y me lo dijo muy contenta, creo que le gustas hace tiempo”. Marlon se
sorprendió y trató de explicar que no recordaba ése momento, que todo estaba
borroso en su mente y de repente se dio cuenta lo nerviosa que estaba, su
corazón iba rápido y en cuestión de segundos sentía miedo de volver a verla.
-“¿Por qué te pones así?... Un beso no le hace mal a
nadie, pero si estás jugando deberías decirle… Le gustas desde hace rato”
replicó Gus. “Querida, no todo es blanco o negro, hay tantos colores en el
medio… deberías animarte a explorarlos…” sonrió mientras le guiñaba un ojo.
Dai 💎
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