Continuación Capítulo III

Ya habían pasado unas dos o tres semanas, Marlon había estado rechazando todas las invitaciones de Ema, no respondía sus mensajes y mucho  menos sus llamadas. Ema estaba bastante desconcertada, “¿para qué sigues insistiendo?... déjalo, no tiene caso” le aconsejó Gus, “creo que merezco una explicación… “dijo Ema.

En Andalucía se festejaba “El día de Andalucía”, fiestas y degustaciones gastronómicas. Gus armó el viaje, era necesario un “poco de aire fresco” para el grupo. Llegaron allí todxs excepto Ema, dijo que viajaría después del trabajo. Marlon se sentía nerviosa y ansiosa, pensando mil veces cómo debía reaccionar frente a ella, si debía explicar su comportamiento o no. Por otro lado, Marlon aún seguía desempleada, el tiempo pasaba y sus problemas crecían.

Era la noche de la fiesta, mientras todxs estaban festejando Ema acababa de llegar. Marlon estaba fascinada degustando comidas típicas, bebiendo cervezas artesanales y pasándola muy bien. Ema se unió a ellxs, sintiéndose un poco extraña, Marlon la evitaba constantemente y no podía encontrar un momento a solas. Comieron, bebieron, bailaron, fue una noche increíble… cuando volvían a casa, Ema le susurró al oído a Marlon: “¿me das unos minutos? Quiero hablar contigo”.

Finalmente llegaron a casa, Ema sacó unas latas de cerveza de la heladera y se fue con Marlon al balcón.

E:- “¿me puedes decir qué sucede?”
M: “¿con qué?... la hemos pasado re bien… ¿no?”

E: “Si, pero quiero saber qué te sucede conmigo… es decir, no me hablas, no me llamas, no me respondes los mensajes… creo que merezco una explicación”

M: (se levanta de la silla… se prende un cigarrillo…) “ya sé… es que… estoy algo avergonzada… sobre lo que pasó ésa vez…”

E: “¿sobre qué?”

M: “el beso… que por cierto, no lo recuerdo con claridad…”

E: “fue solo un beso… ¿qué tiene de malo?”

M: “nada… es que…”

E: “mira, es obvio que no va a suceder de nuevo y creo que deberías entender que las cosas se hablan… estamos un poco grandes para éstas actitudes adolescentes… ¿no lo crees?”

“adolescente” fue lo único que escuchó de toda ésa oración… “si, tenés razón. Y ya que estamos, nos decimos todo ahora… La verdad que no me acuerdo del beso, y creo que fuiste muy desconsiderada al haberme besado sin mi consentimiento. Además ya sabes que no me gustan las mujeres, todo bien, pero para que dejes de armarte historias en la cabeza, no me pasa ni me pasará nada con vos.”

Ema se quedó en silencio… aquellas palabras le parecieron muy hirientes. Se levantó de la silla, y le dijo: “pensé que ibas a ser más sensata. No eres el centro del mundo, mucho menos del mío, no me imaginé ninguna historia contigo… pero gracias por decir todo lo que piensas. La sinceridad siempre es mejor que nada.” Le sonrió y se fue a dormir.

 

Las palabras de Ema resonaron en la cabeza de Marlon, estaba arrepentida de haber sido tan dura e impulsiva. Lo único que podía pensar era en lo confundida que todo éste “rollo” la tenía… “¿debería disculparme o… dejar todo como está?”. Lo cierto es que mientras más tiempo pasaba, Marlon intentaba evadir hasta sus propios pensamientos, no podía dejar de pensar en aquella noche, las risas, los abrazos, el llanto… el beso. Ése beso que cada vez que lo recordaba, estremecía su cuerpo, intentaba evadir sus sentimientos, pero todo era en vano… su cuerpo estaba hablándole y cada vez era más difícil callarlo. Recordó las palabras de Gus “Querida, no todo es blanco o negro, hay tantos colores en el medio… deberías animarte a explorarlos”

Dai 💎

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