Entradas

Duelitos que duelen

Hace poco escuché que el cantante Camilo marcó la diferencia entre: los «amigos cactus» y los «amigos bonsái», a los primeros los definió como aquellas personas que sin importar la distancia ni las situaciones que pasen entre dos amigos, el amigo cactus siempre estará ahí, esperando pacientemente hasta que el otro decida volver; mientras que a los amigos bonsái los definió como aquellos que constantemente necesitan de tu atención, si no los riegas lo suficiente, si no les hablas, si no les das la luz correcta… esa amistad se diluye, se pierde. ¿Un poco extremista, no creen? A esta altura todos sabemos que nada es blanco o negro, muchos hemos experimentado de los grises que existen en las relaciones interpersonales, incluso en la vida misma. Estas definiciones mencionadas me hicieron pensar en los tipos de amigos que una elije a los 30… sí, porque llega un momento de la vida en que comienzas a elegir a quienes te rodean, en la adolescencia y a los 20 casi que no tenemos esa opción o q...

¡Concéntrate!

 Esta reflexión surgió a partir de varias amigas y mujeres cercanas de las que pude observar algunas actitudes que llamaron mi atención. No es casual que lo que estas mujeres tienen en común es que han elegido como pareja/compañero (o como quieran llamarlos) varones que denotan a simple vista una cierta agresividad. En su manera de hablar, en su forma de dirigirse a sus novias... en los hechos que cada una de ellas me relataba con una naturalidad que me dejó asombrada.  Por eso siento la necesidad de expresarles la importancia de nuestros círculos cercanos, que quizá son quienes logran ver lo que muchas veces nosotras no podemos.  Recordemos que la violencia no solo es física, también es psicológica, verbal, gestual, económica, entre otras. Debemos estar atentas a nuestras relaciones, cómo somos tratadas y cómo nosotras tratamos a un otro/a. Sobre todo, debemos cultivar nuestro AMOR PROPIO, no caigamos ni volvamos a caer en relaciones con personas violentas por el solo he...

Ese maldito espacio en blanco

Me levanto pensando si hoy será el día en que no encuentre ese espacio en blanco, pero no ahí está de nuevo. Blanco, limpio, impoluto, inmaculado...  ¡NADA! No hay nada allí. Entonces me pregunto «¿cuándo vendrá?» Es agotador esperar tanto, aunque a veces mi paciencia me sorprende, puedo llegar a tener más de lo que creo. Llega la noche, por las dudas busco la pregunta y la hago ¿tendré suerte esta vez?, no. Mi alterego, que se cree mejor que yo, ilusamente reversiona la pregunta… ¡idiota! Me siento con mi amiga Margaret y también invito a John, a Jorge y algunas veces viene Julio, debo confesar que en muchas ocasiones me da vergüenza invitarlos, todos tan virtuosos y modestos. Entonces me siento muy pequeña, me ofusco, me sonrojo y sólo emito palabras de admiración. Me voy. Huyo.  Todos los días es la misma rutina, la misma pregunta, la misma espera. La angustia de vez en cuando, hace su entrada triunfal, sin embargo, no le dura mucho eso de «triunfal»… menos mal, me gustaría...

Keep moving forward...

 Esta semana estuve pensando mucho en lo poco que valoramos a nuestras verdaderas amistades. Utilizamos la palabra "amiga" con cualquier persona... ¿porqué lo digo?, por que es lo que estuve haciendo hace un tiempo atrás... La conocí por intermedio de una amiga (esa sí fue mi amiga por más de 5 años) desde entonces pude notar cierta falsedad hacia mí, incluso tenía actitudes bastantes despectivas hacia mí, pero muy ingenuamente trataba de justificarla pensando "quizá, ella sea así y no es nada contra mí..."  Con el paso del tiempo sucedieron varias cosas que me hicieron confirmar que esa persona NO era  mi amiga. Sus actitudes se intensificaron y ya era una cuestion de "bueno, te banco porque esta la otra en el medio..." A su vez, también sucedieron situaciones con mi amiga que pusieron una distancia en el medio... hasta que ayer me ví pensando en ella y estuve a punto de contactarla... hasta que me dije: "¿otra vez? ¿Siempre me toca ser la que intent...

Interpelada

Apareció un día en que no había mucho por hacer. Instaló su blanca sonrisa en la mesa y no paraba de contar chistes. ¿Primera impresión?... floja...flojita. Sentí que éramos muy parecidos, y arianos puede haber solo uno por grupo, dos son multitud. ¿Feeling? nada, cero. No nos dimos ni la hora, incluso nos reíamos de nuestros chistes por educación. ¿Para tanto? sí, claro...lo mejor vino después. Los días pasaban y las ideas, las maneras, la forma de pensar empezaban a llevarse bien y relacionarse mejor. Recuerdo que empecé a mirar y reconocer que eramos más distintos de lo que pensaba, y encima eso me agradaba mucho. Sus aros, sus cadenas, su lifestyle, todo fue impregnando mi vida y mis ideas. Conectamos desde un lugar fraterno, conectamos desde un amor que fue creciendo lento pero seguro.  Empezamos a compartir más charlas, tragos, cafés, salidas solos. De a poquito identificábamos qué nos gustaba a cada uno, y sobretodo quién nos gustaba 😉. Y un día, empezamos a entendernos con...

Fugitiva

 Me mira, sonríe. Se acuesta, se sienta, se para.  Se mira en el espejo... se enoja, se ríe, llora... se abraza y se perdona. Me habla, se calla, se esconde, se enreda en sus palabras, se refugia en la sombra. Se cae y se levanta. Ama, odia. Se sorprende, ¡corre! Se aleja... No me deja verla con claridad y me hace buscarla por toda la casa. En la habitación, en la cocina, en la sala, en el comedor y hasta por fuera de casa. A veces me canso de buscarla y la dejo ir, pero es imprescindible para mí...y para él también. Volvemos a jugar a las escondidas. Hoy gané yo, pero nose por cuánto tiempo podré retenerla aquí.  Se muestra impaciente, se mueve por la casa pero aquí se queda. Si está muy risueña es señal de que va a jugar con él, si se muestra distante entonces lo quiere lejos.  Entonces se vuelve fría. Muestra su coraza y no lo deja entrar. Lo hiere. Lo empuja. Lo quiere lejos de aquí. ¡Es tan dificil! Lo maldice y enfría su corazón. Si una mañana los girasoles le ...

Un amor a los 30

 Querer un amor a esta edad, es querer algo más que los buenos momentos del comienzo...buscamos charlas con contenido, charlas que nos dejen pensando, charlas que nos animen a cuestionar(nos) y querer investigar los porqué.  Buscamos algo más que tener sexo un sábado a la noche. Un amor a esta edad, es saber poner límites sanos antes de que sea tarde. Es poder comunicar aquello en lo que trabajamos internamente todos los días, es pedir que acompañen nuestros silencios... es que piensen en salir a lugares con sillas cómodas para cuidar la espalda. Es respetar la individualidad de cada uno y acompañarnos en las rutinas. Es dejarse querer por un amor sano, sin celos ni posesión, sin histeriqueos ni escenas infantiles para "mantener la chispa de la pareja" ... Es descifrar y aprender de los lenguajes del amor de cada uno, de hacer un contrato que nos beneficie a los dos. Es elegirnos todos los días, dedicarnos canciones cursis de Montaner y también esos polémicos poemas de Bukows...